Dieta cetogénica y pérdida de peso

En este artículo abordaremos la utilidad de la dieta cetogénica en la pérdida de peso, su influencia en la salud renal y en el metabolismo óseo.

La obesidad está alcanzando proporciones epidémicas y es un fuerte factor de riesgo para varios trastornos cardiovasculares y metabólicos, como hipertensión, diabetes tipo 2, dislipidemia, aterosclerosis y ciertos tipos de cáncer.
La predisposición genética en combinación con los estilos de vida inactivos y la ingesta calórica alta llevan a un aumento de peso excesivo.

Durante muchos años, los estudios de intervención nutricional se han centrado en reducir la grasa dietética con resultados poco positivos a largo plazo.


Una de las estrategias más estudiadas en los últimos años para perder peso es la dieta cetogénica.

Aunque la dieta cetogénica puede ser útil como parte del tratamiento de diversas enfermedades, especialmente en la epilepsia farmacorresistente pediátrica, la situación más común para el médico es el uso de esta dieta en pacientes que necesitan adelgazar. Sin duda, se ha demostrado que las dietas cetogénicas son efectivas, al menos a corto y mediano plazo, como una herramienta para combatir la obesidad, la hiperlipidemia y algunos factores de riesgo cardiovascular, pero las dietas cetogénicas también plantean algunas inquietudes.
Las dietas cetogénicas inducen una condición metabólica denominada "cetosis fisiológica", para distinguirla de la cetosis diabética patológica.
Durante la cetosis fisiológica, la cetonemia alcanza niveles máximos de 7-8 mmol/l sin cambio en el pH, mientras que en la cetoacidosis diabética no controlada puede superar los 20 mmol/l con una disminución concomitante del pH en la sangre. Los niveles en sangre de cuerpos cetónicos en personas sanas no superan los 8 mmol/l precisamente porque el sistema nervioso central (SNC) utiliza estas moléculas de manera eficiente para obtener energía en lugar de glucosa.

¿Funcionan las dietas cetogénicas para la pérdidad de peso?

No hay duda, hay pruebas sólidas de que el uso de dietas cetogénicas en la terapia de pérdida de peso es efectiva, sin embargo, los mecanismos subyacentes a los efectos de estas dietas en la pérdida de peso aún son tema de debate.

Mecanismos hipotéticos de los efectos de pérdida de peso con la dieta cetogénica:

  • Reducción del apetito debido al mayor efecto de saciedad de las proteínas, efectos sobre las hormonas de control del apetito y a una posible acción supresora directa del mismo a través de los cuerpos cetónicos.
  • Reducción de la lipogénesis y aumento de la lipólisis.
  • Mayor eficiencia metabólica en el consumo de grasas, destacada por la reducción del cociente respiratorio en reposo.
  • Aumento de los costos metabólicos de la gluconeogénesis y del efecto térmico de las proteínas.

Otros posibles efectos beneficiosos de la dietas cetogénicas:

  • Algunos autores sugirieren que las cetonas pueden proteger del deterioro cognitivo causado por el aumento de peso y la obesidad. Además, existe cierta evidencia de que las dietas cetogénicas pueden tener efectos positivos en el estado de ánimo en sujetos con sobrepeso.
  • Mejor control glucémico, hemoglobina A1c y marcadores de lípidos, así como un uso reducido o el retiro de insulina y otros medicamentos en muchos casos.
  • Otro efecto beneficioso que se ha postulado está relacionado con la longevidad. A pesar de que los datos disponibles están restringidos a modelos animales, se ha demostrado que una dieta cetogénica aumenta la AMPK en ratones, inhibiendo la vía mTOR/AKT.

 

¿Se produce efecto de rebote con las dietas cetogénicas?

Si bien hay muchos estudios que demuestran que una dieta cetogénica, al menos a corto plazo, resulta en una mayor pérdida de peso que las dietas bajas en grasa, desde una perspectiva a largo plazo, el éxito de un enfoque nutricional se define por la cantidad de peso que se vuelve a recuperar. Desde este punto de vista, se dispone de menos datos.
Recientemente se ha demostrado que dos breves períodos de dieta cetogénica separados por períodos más largos de mantenimiento con dieta mediterránea, llevaron a una pérdida de peso exitosa a largo plazo y mejoras en los factores de riesgo para la salud sin un efecto de recuperación de peso.

¿Efectos renales negativos al seguir una dieta cetogénica?

Esta es una de las preocupaciones al seguir una dieta cetogénica, pero veamos qué hay de cierto.
Se sugiere que los altos niveles de excreción de nitrógeno durante el metabolismo de las proteínas pueden causar un aumento de la presión glomerular e hiperfiltración. En sujetos con función renal intacta, los niveles más altos de proteína en la dieta han causado algunas adaptaciones funcionales y morfológicas, pero sin efectos negativos. Sin embargo, es importante tener en cuenta los efectos renales relacionados con la presión arterial.
Los aminoácidos involucrados en la gluconeogénesis y/o la producción de urea tienen, en general, efectos reductores de la presión arterial, mientras que los aminoácidos acidificantes tienden a causar un aumento de la presión arterial.
Los sujetos con insuficiencia renal, incluso subclínicos, los pacientes con trasplante de riñón e individuos con síndrome metabólico u otras afecciones relacionadas con la obesidad serán más susceptibles al efecto hipertensivo de los aminoácidos, especialmente de la variedad sulfatada.
Sin embargo, no es correcto equiparar una dieta cetogénica con una dieta alta en proteínas, ya que las dietas cetogénicas de última generación son normoproteicas, por lo que la cantidad diaria de proteína es de aproximadamente 1,2 a 1,5 g de proteína por Kg de peso corporal.

Efecto de la dieta cetogénica sobre le metabolismo óseo

Se ha observado que la dieta cetogénica a largo plazo, en niños con epilepsia intratable, puede llevar a una reducción progresiva del contenido mineral óseo.
Por otra parte, se ha sugerido que las complicaciones metabólicas de la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome metabólico, la tolerancia alterada a la glucosa, la resistencia a la insulina, la hiperglucemia y la inflamación pueden estar asociadas con un mayor riesgo de fractura y mala salud ósea.
Además, la cantidad de grasa visceral se asocia con una menor densidad mineral ósea.
Se requiere que este tema sea estudiado más a fondo.

Como conclusión:

Se debe prestar especial atención a la función renal del paciente, la fase de transición de una dieta a otra debe ser gradual y bien controlada.
La duración de la dieta cetogénica puede variar desde un mínimo (para inducir la cetosis fisiológica) de 2 a 3 semanas hasta un máximo (siguiendo un principio de precaución general) de varios meses (6 a 12 meses).
La dieta cetogénica puede ser una herramienta útil para tratar la obesidad en manos de los profesionales de la salud.
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Referencias:
1-Paoli A. Ketogenic Diet for Obesity: Friend or Foe? Int J Environ Res Public Health. 2014 Feb; 11(2): 2092–2107.
2-Veech R.L. The therapeutic implications of ketone bodies: The effects of ketone bodies in pathological conditions: Ketosis, ketogenic diet, redox states, insulin resistance, and mitochondrial metabolism. Prostaglandins Leukot. Essent. Fatty Acids. 2004;70:309–319. 
3-Westerterp-Plantenga M.S., et al. Dietary protein, weight loss, and weight maintenance. Annu. Rev. Nutr. 2009;29:21–41. 

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